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LA HISTORIA DEL PERFUME

UN POCO DE HISTORIA

Los griegos lo consideraban de origen divino, los franceses lo usaban para ocultar su falta de higiene, y hoy lo elegimos casi como un accesorio de culto para enaltecer nuestra belleza y sensualidad. Incluso, tenemos nuestros favoritos para el día o la noche, invierno o verano. Aquí te contamos el origen y evolución del perfume.

En la Antigua Mesopotamia, los sumerios parecen ser los primeros en la historia en crear un perfume. De hecho, en su literatura se encuentran muchas referencias a la perfumería. Authentic perfume bottles in a shop's shelves of Spice Bazaar in Istanbul, Turkey.



Sin embargo, fueron los egipcios quienes, en el Antiguo Egipto, fomentaron esta industria, así como la cosmética. Los sacerdotes eran los encargados de su elaboración, en los laboratorios que tenían para crear también los diferentes ungüentos que utilizaban en sus ceremonias: cada día ungían la estatuilla de Dios con estas elaboraciones, así como al mismo Faraón cuando acudía a las procesiones.

Hacia el 539 a.C., los persas dieron un paso más y maceraron flores en aceite, que luego exprimían. Incluso, cuentan que fueron llevadas diferentes flores exóticas provenientes de India y Arabia, para poder crear perfumes en Babilonia.

Cerca del 334 a.C., los perfumes llegan a Grecia, tras la conquista de Alejandro Magno, donde los consideraban de origen divino y hasta creían que las mujeres que los elaboraban tenían poderes. Con los griegos aparecen los frascos de cerámica para guardar las fragancias. Y de aquí, a través del Mediterráneo, llegan hasta otras latitudes como el Cercano Oriente, España y Roma, donde se instalaron los primeros perfumistas.

Gracias a que el erudito árabe Avicena descubrió la destilación de aceites de plantas, el comercio y transporte de sustancias aromáticas fue mucho más fácil. Así, alrededor del año 1000, el perfume comienza a convertirse en símbolo de status y opulencia.

Más allá de las distintas connotaciones, la realidad es que hasta inicios del siglo XIX el perfume era utilizado para ocultar la falta de higiene. ¿Cómo? Las personas más elegantes solían llevar un pañuelo perfumado que acercaban a su nariz.

Los comienzos de su popularidad y masificación se los debemos a la emperatriz Eugenia, quien en 1853 le encarga al médico y químico Pierre François Pascal Guerlain la creación de una colonia: Eau de Cologne Impériale.

En 1886, David McConnell, un vendedor de libros puerta a puerta con visión empresarial, notó que las mujeres disfrutaban más del pequeño perfume floral que les regalaba con la compra de un libro, que de la lectura. La fragancia, creada en base a heliotropo, brezo y Jacinto, entre otras notas, era elaborada por él mismo.

Si hay un perfume que quedó en la historia, debido a que Marylin Monroe aseguró que para dormir lo único que usaba eran unas gotas de esta fragancia, es el Chanel N°5, que Coco Chanel mandó a elaborar en 1921 a una de las primeras narices del mundo: Ernest Beaux.



Hoy existen perfumes para todos los gustos, y no hay celebridad que se digne de tal que no tenga su propia fragancia.

DIFERENCIAS: ¿Alguna vez te pusiste a pensar cuál es la diferencia entre un Eau de Parfum o un Eau de Toilette, por ejemplo? No es sólo cuestión de nombres sino de concentración y duración; por eso es bueno conocer las características de cada uno y elegir el acorde a la situación y ocasión:

EXTRACTO: Tiene más concentración de esencia aromática, que puede llegar hasta el 40%.
EAU DE PARFUM: Tiene entre un 15 y un 19 de concentración.
EAU DE TOILETTE: Posee entre un 6 y un 10% de concentración, y aquí predominan sólo las notas de salida.
AGUA DE COLONIA: Es más refrescante que el perfume.

UN PERFUME PARA CADA ESTACIÓN DEL AÑO:

Hay muchas características para tener en cuenta al elegir una nueva fragancia, y una sin duda es el propio gusto. Pero también hay que pensar, por ejemplo, en los aromas que van bien con el clima de la época en la que nos encontramos:

Para el VERANO, van mejor los frescos y frutales. Como usamos menos ropa, podemos elegir fragancias más ligeras, porque la piel estará más expuesta y no van a perderse.

En OTOÑO, podemos aprovechar los primeros días fríos para atrevernos a un perfume más intenso y sofisticado.

En INVIERNO es sin duda el momento de utilizar esas fragancias fuertes que tanto te gustan. Perfuma también tu abrigo, tu cabello, tu bufanda.

Con la PRIMAVERA todo vuelve a florecer, y no hay mejor manera de hacer gala a los primeros días cálidos que con suaves notas florales.